Cristina de 11 años, procedente de Quetzaltenango, comenzó a presentar problemas de salud repentinamente. Su mamá, Viviana, preocupada por la salud de su hija decidió viajar a la capital para buscar la ayuda médica que Cristina necesitaba.
Al llegar a UNICAR, Viviana escuchó la peor noticia que podía imaginar: "Tiene una enfermedad cardíaca y necesita una operación." La vida de Cristina cambió de la noche a la mañana. Debía permanecer en la capital, lejos de su hermana gemela y someterse a varios tratamientos. Enfrentar una enfermedad, dejar a la familia y estar lejos de casa no es cosa fácil pero en Casa Ronald McDonald encontraron un "Hogar lejos del Hogar" en donde podían permanecer juntas, seguras y cómodas.
El miedo de Cristina a los diferentes procedimientos médicos impedía que pudiera continuar con sus exámenes. Estaba muy nerviosa y no podían anestesiarla, suspendiendo sus citas y postergando su operación. Pero durante una excursión de Casa Ronald McDonald, Cristina y muchos niños pudieron conocer por primera vez un avión, gracias a Avianca. Cristina se divirtió tanto que olvido sus temores y pudo llegar al hospital sintiéndose más segura y lista para su cirugía.
Estudios demuestran el impacto positivo que tiene Casa Ronald McDonald para los niños y padres durante sus tratamientos médicos.